Valencia, fútbol y otras cosas

lunes, 21 de abril de 2014

Comentario sobre La librería, de Penelope Fitzgerald

Bajo una prosa delicada, amable y dulce se esconde un mensaje contundente, triste y despiadado. La librería es una pequeña fábula sin moraleja evidente aunque con efectos dramáticos sobre el lector, porque no hace más que reflejar supuestos verosímiles de la sociedad y de la condición humana.



Brevemente: Florence Green, mujer de mediana edad, decide abrir una librería en Hardborough, primera en el pueblo, y para ello pide un préstamo y compra Old House, una finca antigua cercana a la playa y durante mucho tiempo deshabitada. Es entonces, justo en el momento que Florence ya tiene decidida la compra del edificio, cuando le sale una feroz competidora, Violet Gamart, que dice querer construir un "Centro de Cultura" que esté al alcance de todo el pueblo en la misma ubicación. La arpía hará todo para conseguir llevar al traste las ilusiones, el esfuerzo, el dinero y la propiedad de la señora Green.

Un relato rico en matices -la maestría con la que logra caracterizar a los personajes en apenas unas pocas acciones e intervenciones es admirable-, del que extraigo dos interpretaciones principales:

1. La desigualdad entre el poderoso y el humilde ("la injusta justicia"): el humilde merced a su esfuerzo e incluso a aliados o pequeños golpes de suerte podrá vencer algunas batallas, pero al final del camino, el poderoso conseguirá humillarle y destrozar sus esperanzas, ilusiones y sueños (no hablo de ambiciones); ya sea mediante estratagemas de lo más abyectas como mediante amenazas encubiertas, boicots, habladurías o las todavía más viles de buscar resquicios en la ley y si no consigue llegar a buen término, crear o modificar las propias leyes en beneficio propio pero que a luz pública es "en beneficio de la mayoría".

2. El escaso interés de la cultura ("independiente") en la sociedad, que más bien es vista como amenaza desde las esferas poderosas. En la historia que se nos cuenta da pena que tan sólo haya una persona verdaderamente interesada en que el negocio de la señora Green prospere y vaya hacia adelante. El resto o se muestra indiferente, o pusilánime, o en contra. Mejor evitar las interferencias e incomodidades que pueda causar en la convivencia del poblado, más cuando la gente influyente la deslegitima.

PS: En el relato no hay distinción entre buenos y malos como tales, tan solo se ponen en perspectiva hechos, acciones y pensamientos por un narrador omnisciente.

2 comentarios:

  1. Hola Hoeman,
    Me alegro de que hayas vuelto despues de tanto tiempo. Y me alegro aun mas de que combines comentarios de libros con las entradas acerca del Valencia.
    Echo en falta algun comentario sobre el vertiginoso entorno y, desde la critica constructiva, me sobra extensión en alguna entrada.
    Te sigo con avidez, que hacen falta visiones independientes y precisas del Valencia CF como tu aportas.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola Novio: Gracias por tu comentario, eres el primero no spammer que tengo. Sobre el entorno, me aburre tanto que paso, además se vive mejor. No me interesa en demasía rumores, dimes y diretes, etc. Prefiero los hechos. Sobre la extensión: pues según tenga ganas y me surjan ideas escribo más o menos, pero en general, intento ser claro y conciso. Gracias nuevamente.

    ResponderEliminar