En los últimos días tomé una sabia decisión al hacerme con ¿Por qué nos gustan las mujeres? de Mircea Cartarescu en la biblioteca pública; relatos cortos y reflexiones con la mujer a veces como motivo, la mayoría como excusa. Porque al fin y al cabo, de lo que habla el autor es de sí mismo; que podemos intuir no ha tenido la vida más fascinante o aventurera del mundo -por lo menos hasta cierta edad-, y que en cambio, atrapa e hipnotiza, resulta sumamente interesante y adictivo. A buen seguro una obra menor que, en cambio, da claras muestras de su calidad como literato. Cartarescu es un autor culto pero directo, su literatura a veces exagerada pero nunca melindrosa, se apoya en la ficción para reconstruir retazos de su vida. Fascinado como quedé tras leer (¡devorar!) el susodicho libro; no pude negarme ante la tentación de hacerme con otro suyo, en esta ocasión le tocó turno a Las bellas extranjeras, en teoría otra obra menor del autor, que en cambio deja un regusto entusiasta y la sensación de que estamos ante un autor tocado por la varita de la literatura. En esta ocasión da más peso a la autoparodia -que también está presente en la otra obra-, lo que lleva intrincada la crítica sagaz. Si algo transmite Carta (como si fuésemos colegas), aun tratándose de ficción, es: verdad, sinceridad, honestidad. Todo ello con un humor corrosivo, de los que te arrancan las carcajadas de las entrañas; da igual dónde te encuentres: metro, tren, calle, casa, playa, etc.: no podrás frenar la hilarante risa ante la narración de las situaciones y pensamientos que acontezcan. También destaca el amigo (ya más que colegas) Carta por las digresiones, o como las llama él (o su traductora), interludios: mientras está contando una historia se va a otra, para volver a la misma y volver a irse, y así sucesivamente. (Creo que los críticos descontentos con Carta llaman a esto "elucubraciones"). Sin perder un ápice de interés, sino más bien todo lo contrario. Con ese tono cómico-irónico característico sin que ello suponga pérdida de la "sensación de realidad" ni de la capacidad crítica (el autor "raja" a base de bien). (El ritmo de su prosa también es fundamental y extraordinariamente adictivo).
Deseando que el siguiente carta caiga en mis manos (¿Lulú? ¿Nostalgia? ¿Cegador? ¡¡¡Las ansias me corrompen!!!)
(Carta es rumano, como Ilie, Serban o Belodedici).
Después Nostalgia, Lulu o Las Bellas Extranjeras (recientemente premiado, por cierto). Cegador, ni se te ocurra. Es un simulacro de traducción (del alemán, en vez del rumano. Es una vergüenza. También Por qué nos gustan las mujeres fue traducido del alemán, otra estafa.)
ResponderEliminarGracias Enrique. Está entre Lulu y Nostalgia. Cegador me esperaré a una nueva traducción.
ResponderEliminarPues mira, acabo de venir de la biblioteca y una de las adquisiciones ha sido este 'Por qué nos gustan las mujeres'... a ver que tal sale porque así de entrada me parece un poco atípico (acabo de leer en la introducción lo de que la cosa fue gestada como una serie de encargos que le hicieron a Cărtărescu para la revista Elle...)
ResponderEliminar*Te recomiendo "Nostalgia", obra maestra absoluta que además incluye su archiconocido "El Ruletista" que es el primero de los cinco o seis relatos que la componen. Me gustó mucho ese libro.-
Nostalgia es mi siguiente "objetivo", de hecho ya lo tengo en mis manos, jeje. Ya contarás qué te parece el de Por qué me gustan....
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