CUARTOS DE FINAL
OPORTO-ATHLETIC
Fábio Silva (9) y el buen comportamiento defensivo-ofensivo del Oporto
truncó el sueño del Athletic, que a mi juicio, es el equipo con el que
uno más disfruta visionando los partidos. El Athletic comenzó el
encuentro fiel a su estilo con un 1-3-3, sin mediocentro fijo, y con las
líneas muy adelantadas y los jugadores muy abiertos; mientras el Oporto,
sabedor de la ultraofensividad de los bilbaínos trataron de mostrarse
muy serios defensivamente y salir a la contra, en especial con su punta
Fabio, uno de los cracks del torneo. Defendían los portugueses en propio
campo con 2 + 3, dejando a Fabio como isla-referencia arriba, sabedores
que de la nada es capaz de anotar gol. De hecho, pronto se adelantó el
delantero en una gran jugada individual, donde recogió un balón largo en
banda izquierda al espacio, y con un recorte brutal dejó sentado a
Yeray Cuello (12), lo que no es nada fácil. Una vez frente al portero la
cruzó al palo largo, imposible. Los bilbaínos continuaron fieles a su
estilo, líneas y presión adelantada, asumiendo riesgos, Oier López (16)
disparó al palo merced a un trallazo desde lejos. ¿Tendrían la pólvora
mojada? Como pudimos comprobar más adelante la respuesta es afirmativa.
El empuje del Athletic hizo que tuvieran varias ocasiones claras de gol,
pero no era el día, faltó definición. Casi finalizando la primera parte
el Oporto volvía a marcar por medio de Rui Pinto (5), en una bonita
vaselina desde banda derecha aprovechando que el Athletic juega con
portero adelantado. No mereció el conjunto rojiblanco ir al descanso con
derrota, pero el Oporto metió las que tuvo y el Athletic no, y al fin y
al cabo, de eso es de lo que trata este deporte. Quizá fue demasiado el
riesgo asumido de dejar el 1 contra 1 de Fábio frente a los defensas,
personalmente aplaudo la valentía y el planteamiento. También les
perjudicó que en fútbol-7 no hay fuera juego hasta prácticamente el
borde del área.
La segunda mitad fue otra historia: con el Oporto mucho más confiado y
cómodo, además de nuevo enseguida llegó el segundo gol de Fábio en su
cuenta personal y el tercero de los lusos, en un remate de “killer” a
saque de esquina. Pudo recortar el Athletic ya que también dispuso de
ocasiones claras de gol, pero no definieron. A destacar la defensa del
Porto con ayudas constantes a sus defensores, impidiendo en la medida de
lo posible que los jugadores del Athletic pudieran probar el uno contra
uno. Aparte de pelear todos los balones; no dar ni uno por perdido.
Llegaría un postrero y definitivo gol de los portugueses obra de Tiago
Ribeiro (3), a balón parado.
Personalmente me apena que una propuesta como la del Athletic no
tuviera recompensa –si bien dispuso de ocasiones para ponerle remedio,
pero falló en el momento decisivo-, pero al mismo tiempo tengo interés
en ver el comportamiento del animalaco Fábio, y del conjunto luso en
general, que dispone de futbolistas de muy buen nivel.
CELTA-MÁLAGA
Partido muy igualado, de alternativas y ocasiones para ambos bandos, el que
disputaron gallegos y andaluces. Los dos equipos tomaron precauciones
defensivas, conscientes de lo decisivo que podía ser encajar gol. Defendían muy
bien posicionados, con ayudas e intentando no conceder ninguna ventaja, si
acaso el Celta con las líneas más adelantadas que el Málaga. Las primeras
oportunidades fueron del Málaga, en gran medida por pérdidas peligrosas del
Celta en campo propio. El más incisivo de los malagueños fue David Larrubia (10), que
se movió muy bien y demostró gran capacidad técnica. El Málaga lo intentaba
principalmente vía transiciones rápidas tras recuperación, y si no podía ya
tocaba más el balón. El Celta, con el paso de los minutos se fue asentando
cada vez más, buscando más la contra y evitando pérdidas, y su delantero Anwar Mediero
(8), principalmente, tuvo varias en velocidad donde estuvo cerca de marcar. El
gol que decantaría la balanza llegó tras un saque de esquina, en un despeje que
enganchó el dorsal el celtiña Brais Val (5). Como detalle táctico por parte de los vigueses,
interesante como en la salida con posesión de balón el propio Brais se retrasaba y
ejercía prácticamente de segundo central. Llegó el descanso.
El Málaga necesitaba marcar, y debido a ello echó hacia adelante un poco las
líneas, intentando trenzar jugadas y salir de la “telaraña” del Celta, aunque
con poca claridad, una vez se acercaba a las inmediaciones del área no
conseguían crear excesivo peligro; mientras el Celta aprovechaba para lanzar
contraataques. Juego muy equilibrado el que se desarrolló, no se movería el
marcador.
VALENCIA-LANZAROTE
Intensidad. Juego en equipo. Finalización de jugadas. Todos atacan y todos
defienden. Sacrificio. Sobriedad. Éstas son algunas de las señas de identidad
del Lanzarote, que estuvo muy cerca de
dar la sorpresa e imponerse al Valencia. Tuvo ocasiones para marcar, pero los
porteros valencianistas estuvieron estupendos. En la primera parte los isleños
jugaron mejor que los valencianos, incapaces de dar el ritmo que querían al partido.
Los che no podían dar más de tres pases seguidos, principalmente debido a la
presión y el coraje del Lanzarote, que además de darlo todo defendiendo no
renunciaba al ataque, ni mucho menos. Visto que el Valencia era incapaz de
imponer un juego más colectivo, sus dos principales recursos fueron: a) el
balón en largo a su delantero Ferrán Giner (9) para que la aguante y deje de cara a los
que se incorporan o intente la jugada individual; y b) los movimientos entre
líneas de Óscar Doménech (7), capaz de cualquier genialidad. El choque de titanes entre
el delantero referencia valencianista y el central del Lanzarote Agoney ortega (4) fue
colosal, donde el futbolista del
Lanzarote salió bastante bien parado. Por su parte, como he mencionado con
anterioridad, en el Lanzarote atacaban y defendían todos, y muy importante me
parece, evitaban pérdidas de balón: tenían la misión de acabar la jugada para
que no les cogieran al contraataque, aunque fuera de un disparo lejano. En
cambio, ellos sí que cogieron a los valencianistas en varias contras; tuvieron unos
contra unos en donde el portero Carlos Pérez (13) evitó el gol. No consiguió marcar Aarón Anyelo Cruz
(10) del Lanzarote, que también lo probó con una bellísima vaselina desde
prácticamente el centro del campo. También pudieron anotar a balón parado.
Llegó el descanso y el Valencia respiró aliviado.
La tónica de la segunda parte fue similar, si bien Ferrán Giner (9) ganó algunos
duelos individuales. Decidió el entrenador valencianista meter toda la “carne
en el asador” y dio entrada a Ferhat Cogalán (14), retrasando a Óscar Doménech (7), que jugó como
mediocentro. Para mí, estos dos son los jugadores más técnicos y decisivos del
equipo. Siguieron compitiendo con gran intensidad, las contras eran un martirio
para el equipo che. En cambio la presencia de Cogalán por parte valencianista se notó, ya que
se veía que era capaz de regatear a los rivales y cada vez que la agarraba
transmitía sensación de peligro. Era ahora otro de los recursos de los che: la
jugada individual del chaval. El gol de la victoria valencianista llegó merced a la épica: el central Borja Martí (4) recuperó el balón en zona
defensiva y se incorporó como un cohete arriba, se la pasó a Ferrán Giner (9) que disparó
escorado a banda derecha, y el propio Martí remachó el despeje del portero del Lanzarote. Puede
que los isleños notaran algo el cansancio después de tanta intensidad; aunque
siguieron intentándolo con convicción, no pudieron voltear el resultado. Este
tipo de juego, de rivalidad bien entendida, es decir, dándolo todo pero de forma limpia, es también
un placer para el aficionado. Creo que no se puede poner ningún pero a las
actuaciones de ambos conjuntos.
INTERNAZIONALE-BARCELONA
El juego físico del Inter fue demasiado, también, para el Barcelona. Desde el
comienzo el Inter consiguió imponer su forma de jugar (que se basa
principalmente en el apabullamiento físico), tanto es así que logró que se
viera un desdibujado Barcelona, que en ningún momento pudo hacer su juego de
toque, toque, toque (a veces excesivo) hasta encontrar el hueco. No tuvieron la
posesión del esférico y fueron siempre a remolque, aunque tuvieron una ocasión
para adelantarse: en un trallazo desde lejos de Albert Garrido (8) que pegó en el
larguero. Poco después llegaría el único y definitivo tanto del encuentro, por
parte de los italianos: en un trallazo desde fuera del área de Aboubacar Sakho (8) en el
lanzamiento de una falta. Lo cierto es que el ritmo no cambiaría en el
transcurso del encuentro: un ritmo cortado, con el juego trabado, sin jugadas
colectivas, con mucho choque (donde solían salir vencedores los jugadores del
Inter). De hecho los italianos dispusieron de las oportunidades más claras para
ampliar el marcador. Hubo esfuerzo por parte de ambos conjuntos, aunque en la
batalla físico vs técnica pura, a estas edades, se impuso la primera.
Podríamos
reflexionar sobre la conveniencia de venir a torneos de estas edades con
jugadores muy superiores físicamente, y que en principio no cuentan con grandes
cualidades técnicas para hacer carrera en un futuro –no obstante, el fútbol
profesional está lleno de ejemplos de jugadores que son portentos físicos pero
no un dechado de técnica con balón-. Y siguiendo con las reflexiones, también
se podría debatir sobre lo difícil que es competir frente a la superioridad
técnica, que depende en gran medida de los presupuestos de los clubes.
SEMIFINALES
OPORTO-CELTA (se encargó Miguel R.)
VALENCIA-INTERNAZIONALE
El fútbol, como la vida, es muchas veces claramente injusto. Que la justicia es
muy subjetiva y puñetera se demuestra con partidos como éste, donde el Valencia
fue aplastantemente superior a su rival, y en cambio, en cinco minutos de
“relajación” se va todo por el traste. En realidad no todo, porque el encuentro
finalizó en empate (2-2) y fue en la muerte súbita de los penaltis, que muchos
dicen que son una lotería, donde el Inter estuvo más acertado. El partido se
jugó al ritmo que quiso el equipo che; los jugadores del Inter ni la olían ni
inquietaban. Muy interesante la batalla particular librada entre el grandullón
delantero valencianista Ferrán Giner (9) y el fortachón central del Inter Oluwa
Guedegbe (4); se puede afirmar sin riesgo a equivocarse que ganó Giner. Lograba
controlar de espaldas cada pelota que iba dirigida hacia él, y después de eso
ya decidía hacer lo que creía más conveniente para su equipo. Salió el Valencia
con toda la dinamita, dispuesto a arrollar, ya que aparte de Giner se
encontraban sobre el césped el hábil y técnico Ferhat Cogalán (14) haciendo de
mediapunta, y especialmente, el asombroso Óscar Doménech (7) como mediocentro muy
dinámico. El Valencia jugaba al ritmo de Doménech, lo que es una magnífica
señal para los che: comandante de operaciones que con su técnica, visión y
lectura del juego le bastaba para imponerse al juego físico de los italianos.
Básicamente hacía lo que quería. Las aproximaciones eran continuas, también llegaron
varias oportunidades de gol. El único recurso que era capaz de utilizar el Inter
–encerrado en su propio área- eran los contragolpes aprovechando la zancada de
sus futbolistas. Una variante táctica
che que me pareció especialmente importante, que se pronunció al dar
descanso al delantero Giner, es que el equipo jugó muy abierto cuando le tocaba
salir con la pelota: el central Borja Martí (4) se abría a banda derecha,
Doménech (7) caía a la banda izquierda (en los picos del área), después uno se colocaba en el centro
del campo, mientras dos se posicionaban como
extremos pegados a banda y el delantero ocupaba el centro. ¿Qué conseguían de
esta forma? a) Crear espacios (por muy grande que fueran los jugadores del
Inter, al ensanchar el campo les cuesta mucho más llegar para la recuperación de
los balones); y b) asegurarse una salida limpia y controlada de balón (ya que
tanto Martí como Doménech son muy fiables en ello). No obstante se llegaría al
descanso con empate sin goles.
En la segunda mitad el Valencia salió al campo
con la misma actitud de ser aguerridos y no mostrar complejos, de hacerse con
el dominio de la pelota y de los espacios:
una conducción y posterior pase de Doménech hacia Giner, que recibió de
espaldas y después se giró, se convirtió en penalti (algo riguroso, a mi
entender). Doménech lo lanzó y no erró.
Poco después, a la salida de un córner provocado nuevamente por el
delantero Giner, recibió Doménech en el pico izquierdo del área, la puso rasita
en el área hacia el segundo palo y Mario Sesé (5) anotó el 2-0 al rematar de primeras. El Inter sólo inquietaba mediante trallazos
lejanos. Aunque conforme avanzaba la
segunda mitad quizá los jugadores che iban notando el cansancio colectivo, y
los italianos recortaron distancias en una bonita jugada colectiva que se
encargó de remachar Aboubacar Sakho (8). Enseguida, el mismo futbolista fue el
encargado de poner las tablas en el marcador mediante un chut imparable. Dos
latigazos de los italianos, completamente superados, fueron suficientes para
salvar el cuello. Con este resultado se acabó el partido. Ya en los penaltis,
los chavales del equipo milanés estuvieron más acertados, y por añadidura, se
clasificaron para la final.
FINAL
CELTA-INTERNAZIONALE
Lamentablemente, poca historia hubo en la final, siendo los italianos claramente
superiores. Una de las mayores virtudes, a mi juicio, de este Celta, es que
hacía que sus rivales parecieran peores de lo que en realidad son, y esto era
en gran medida debido a la “telaraña defensiva” en la que introducían a sus
rivales, que ciertamente se veían con muchos problemas para traspasarla. Las
primeras oportunidades del partido fueron a cargo de los vigueses,
especialmente recuerdo un disparo lejano de Anwar Mediero (8) que despejó Filip
Stankovic (1). El Celta salió al campo como siempre, tácticamente muy bien
posicionados y sin renunciar al ataque, especialmente vía transiciones rápidas
o balones en largo. Pero prácticamente en la segunda ocasión que tuvieron los
italianos marcaron, gol conseguido por Aboubacar Sakho (8) con un disparo desde
fuera del área. El conjunto italiano fue todo un especialista en los goles
desde fuera del área: no necesitaba jugar bien o dominar, iba sobrado con los
chuts lejanos, debido a la potencia de los jugadores de que disponía. El juego
era trabado, y en estas circunstancias, los de Milán parecían encontrarse mucho
más cómodos sobre el césped. Selomon
Mangiarotti (10) conseguiría el segundo tras una buena jugada individual. A
partir de este momento se terminó definitivamente el partido. No en sí, porque
quedaban muchos minutos por jugar, pero sí la emoción que hace que el
aficionado vibre. Llegarían más ocasiones del Inter aunque la primera parte
finalizó con 0-2.
En la segunda parte el Celta siguió intentándolo aunque se mostró incapaz de
llegar a los últimos metros; en un contraataque de nuevo Mangiarotti (10) marcó para el Inter. Poco después marcó
Alejandro Vila (15) para el Celta llegando desde la banda izquierda. No
obstante, las ocasiones más claras eran del Inter, tanto es así que sería capaz
de anotar dos tantos más: nuevamente Mangiarotti (10), con disparo desde fuera
del área tras saque de esquina, y Michele Schieppati (13) en una rápida
transición tras robo de balón. Con este resultado terminó el partido.
No queda otra que felicitar a los campeones, aunque a uno personalmente, le
queda un sabor agridulce: sabedor que probablemente no fueron los mejores y
que se impusieron aprovechando su superioridad física, y relacionado con lo
anterior, la violencia y fuerza de sus disparos lejanos.
Valencia, fútbol y otras cosas
jueves, 19 de junio de 2014
sábado, 14 de junio de 2014
Jugadores destacados de AF7 2014 (2ª Jornada)
El segundo día del torneo dejó nombres que a mi entender también destacaron y debieran ser tenidos en cuenta. Me gustaría reiterar que no están todos los que son, y que la elección está hecha de forma subjetiva basándome en criterio y opiniones propias.
FERHAT COGALÁN (14, Valencia)
Segundo punta con tremendo cambio de ritmo y gran capacidad técnica, lleva la pelota pegada a la bota en esas arrancadas típicas suyas prácticamente desde parado que tienen muchas posibilidades de dejar sentado a su defensor. Su bajo centro de gravedad contribuye a dotarle de esa potencia característica. Utiliza muy bien su cuerpo, por lo que está perfectamente capacitado para jugar de espaldas (ya sea aguantando la pelota o tocándola de primeras), aunque cuando “mata” es si va de cara a puerta. Rapidísimo, apenas necesita un palmo para revolverse. Peligro.
MARIO SORIANO (10, Atlético)
Jugó tanto de mediocentro como de punta, a mí me encandiló en esta segunda posición. Muy técnico y rápido, a lo largo de cada partido deja unos detalles técnicos al alcance de muy pocos (y jugando arriba tiene más libertad para atreverse a ello). Sus slaloms y amagos rompen cinturas. Muy bueno en el juego al primer toque, le gusta tener libertad para moverse en el campo, según lo considere más oportuno puede bajar a recibir a ayudar en la posesión de balón, lanzar un desmarque de ruptura, intentar la jugada individual o la combinación colectiva. Muy completo.
BORJA MARTÍ (4, Valencia)
El “apagafuegos” del equipo che: es el encargado de dar salida al balón desde atrás, y por añadidura, asume el rol de primer organizador del equipo. Confía mucho en su capacidad técnica –lo que a veces puede causarle algún susto- y no suele fallar en el pase. Técnicamente muy bueno, también sobresale en faceta defensivas, donde rara vez se complica: excelente al corte, muy bueno en la marca, notable en la colocación y el “tackling”. Sabe leer el juego y muestra un alto porcentaje de acierto en la toma de decisiones.
GABRIEL VEIGA (4, Celta)
Jugó más como interior/mediapunta, aunque donde rinde a su máximo novel es como mediocentro asumiendo el papel de “comandante de operaciones”, con la mayor responsabilidad en la distribución y organización. Con balón es un lujazo; es poseedor de infinidad de recursos técnicos – precisión en pase en largo y en corto, regate, control de balón, juego al primer toque, etc.- y notoria visión de juego, sabe cuándo es conveniente arriesgar y cuándo no. Dinámico, ve el fútbol de forma privilegiada y hace gala de mucho criterio.
Segundo punta con tremendo cambio de ritmo y gran capacidad técnica, lleva la pelota pegada a la bota en esas arrancadas típicas suyas prácticamente desde parado que tienen muchas posibilidades de dejar sentado a su defensor. Su bajo centro de gravedad contribuye a dotarle de esa potencia característica. Utiliza muy bien su cuerpo, por lo que está perfectamente capacitado para jugar de espaldas (ya sea aguantando la pelota o tocándola de primeras), aunque cuando “mata” es si va de cara a puerta. Rapidísimo, apenas necesita un palmo para revolverse. Peligro.
MARIO SORIANO (10, Atlético)
Jugó tanto de mediocentro como de punta, a mí me encandiló en esta segunda posición. Muy técnico y rápido, a lo largo de cada partido deja unos detalles técnicos al alcance de muy pocos (y jugando arriba tiene más libertad para atreverse a ello). Sus slaloms y amagos rompen cinturas. Muy bueno en el juego al primer toque, le gusta tener libertad para moverse en el campo, según lo considere más oportuno puede bajar a recibir a ayudar en la posesión de balón, lanzar un desmarque de ruptura, intentar la jugada individual o la combinación colectiva. Muy completo.
BORJA MARTÍ (4, Valencia)
El “apagafuegos” del equipo che: es el encargado de dar salida al balón desde atrás, y por añadidura, asume el rol de primer organizador del equipo. Confía mucho en su capacidad técnica –lo que a veces puede causarle algún susto- y no suele fallar en el pase. Técnicamente muy bueno, también sobresale en faceta defensivas, donde rara vez se complica: excelente al corte, muy bueno en la marca, notable en la colocación y el “tackling”. Sabe leer el juego y muestra un alto porcentaje de acierto en la toma de decisiones.
GABRIEL VEIGA (4, Celta)
Jugó más como interior/mediapunta, aunque donde rinde a su máximo novel es como mediocentro asumiendo el papel de “comandante de operaciones”, con la mayor responsabilidad en la distribución y organización. Con balón es un lujazo; es poseedor de infinidad de recursos técnicos – precisión en pase en largo y en corto, regate, control de balón, juego al primer toque, etc.- y notoria visión de juego, sabe cuándo es conveniente arriesgar y cuándo no. Dinámico, ve el fútbol de forma privilegiada y hace gala de mucho criterio.
ALEX RICO (6, Barcelona)
Ha jugado tanto de mediocentro como de central-cierre; personalmente me gusta más en este última demarcación. Futbolista alto y elegante, notable a nivel técnico, con criterio y buen nivel defensivo –colocación, decisión a la hora de ir al cruce, correoso en el uno contra uno, etc.-. A tener muy en cuenta cuando ejerce de cierre (y primer organizador) sus medidos desplazamientos en largo. Con pausa y temple, también es relativamente frecuente verle alguna subida por sorpresa.
Ha jugado tanto de mediocentro como de central-cierre; personalmente me gusta más en este última demarcación. Futbolista alto y elegante, notable a nivel técnico, con criterio y buen nivel defensivo –colocación, decisión a la hora de ir al cruce, correoso en el uno contra uno, etc.-. A tener muy en cuenta cuando ejerce de cierre (y primer organizador) sus medidos desplazamientos en largo. Con pausa y temple, también es relativamente frecuente verle alguna subida por sorpresa.
YERAY CUELLO (12, Athletic)
Carácter, garra, compromiso, actitud, sacrificio,… y calidad. Jugador más bien bajo pero muy fuerte y potente, con una personalidad abrumadora sobre el terreno de juego. Juega de lateral derecho, mostrando muy firme y seguro en tareas defensivas –complicado de superar, va muy bien al “tackle”, sabe usar el cuerpo, sobresale en la anticipación, correoso en la defensa individual,…-, pero además se pega unas subidas al ataque con una fuerza que impacta; su arrancada es estimable (aunque probablemente se prodigue menos de lo que le gustaría a posiciones ofensivas, la banda “fuerte” del Athletic es la izquierda). Muy inteligente y con criterio.
DANTE SEALY (7, Dallas)
Incansable, no da un balón por perdido y sus movimientos sobre el campo son dignos de cualquier futbolista profesional: mucha inteligencia y voluntad para bajar a recibir, desmarcarse al espacio o presionar al rival en la salida del balón. Además técnicamente es muy bueno y siempre está preparado para disparar a gol. Hábil… y las pelea todas.
NOTA: Entre paréntesis el dorsal que portan en el torneo, y el club en el que juegan.
Carácter, garra, compromiso, actitud, sacrificio,… y calidad. Jugador más bien bajo pero muy fuerte y potente, con una personalidad abrumadora sobre el terreno de juego. Juega de lateral derecho, mostrando muy firme y seguro en tareas defensivas –complicado de superar, va muy bien al “tackle”, sabe usar el cuerpo, sobresale en la anticipación, correoso en la defensa individual,…-, pero además se pega unas subidas al ataque con una fuerza que impacta; su arrancada es estimable (aunque probablemente se prodigue menos de lo que le gustaría a posiciones ofensivas, la banda “fuerte” del Athletic es la izquierda). Muy inteligente y con criterio.
DANTE SEALY (7, Dallas)
Incansable, no da un balón por perdido y sus movimientos sobre el campo son dignos de cualquier futbolista profesional: mucha inteligencia y voluntad para bajar a recibir, desmarcarse al espacio o presionar al rival en la salida del balón. Además técnicamente es muy bueno y siempre está preparado para disparar a gol. Hábil… y las pelea todas.
NOTA: Entre paréntesis el dorsal que portan en el torneo, y el club en el que juegan.
Hoeman, Vilagarcía de Arousa, 14 de Junio de 2014
viernes, 13 de junio de 2014
Jugadores destacados de AF7 2014 (1ª Jornada)
Transcurrida una
dura y apasionante jornada, apenas queda fuerza para reponer energías para la
siguiente jornada. Aun así, me permito la osadía de escoger algunos de los
jugadores que más me impresionaron este primer día de torneo. Lejos de abarcar
todos los destacados, selecciono solamente algunos de los que me impactaron. (El
nivel general me está pareciendo muy alto.)
FÁBIO SILVA (9, Oporto)
Maquinón. Pese a que en estas edades cualquier circunstancia puede descarriar a un jugador que apunta a lo más alto, muy mal le tendría que ir a Fábio para no llegar a ser un jugador profesional de primer nivel (y con este me refiero a como mínimo, Primera División portuguesa). El chaval lo tiene todo, es el delantero soñado. Muy móvil e inteligente; cae a bandas, se desmarca, baja a recibir, ofrece apoyos, juega al primer toque, combina, su regate es notable, dispara desde cualquier posición con cualquiera de las piernas. Muy coordinado y preciso tanto en sus movimientos como en el golpeo del esférico, es capaz de desequilibrar tanto desde el juego colectivo como desde el individual, por lo que resulta muy complicado de frenar (por no indicar casi imposible). Si a ello le sumamos que parece disponer de una muy buena capacidad aeróbica (de la anaeróbica no se debiera dudar, su cambio de ritmo es brutal) y que no le quema la pelota, si no que se ofrece y asume las responsabilidades, nos encontramos un punta imparable.
MARTÍ RIERA (14, Barcelona)
A éste se le podría calificar de “crack silencioso”; me explico: en principio no es de los que más llama la atención, pero detallito por aquí, detallito por allá, uno que se encandila de su juego y decide hacerle un seguimiento más intenso, y se da cuenta que el tío casi nunca se equivoca, que tiene tendencia a escoger en todo momento la opción más adecuada para su equipo. Interior extremadamente técnico, se mueve por toda las zonas del campo, con libertad y un criterio asombroso. El criterio lo demuestra tanto en sus movimientos sin balón como en sus decisiones con éste. Excelso en el juego al primer toque, extremadamente preciso en el golpeo; baja a ayudar en la creación o se incorpora al remate a zonas de área o próximas según lo estime más oportuno. Pese a ser pequeñito, y por añadidura, no disponer de un cuerpo destacado, sabe utilizarlo a la perfección. Martí no corre sobre el césped, más bien levita. Raro verle perder una pelota, además tiene el campo en su cabeza (dentro), lo visiona entero en su mente, por lo que es capaz de sacarse en cualquier momento un pase de los que dejan boquiabiertos a los aficionados. Resumiendo: clase y calidad.
ÓSCAR DOMÉNECH (7, Valencia)
Sólo disputó un encuentro el Valencia en este primer día de torneo, y sin embargo, hay especialmente un jugador de sus filas, que se ganó mi aprecio futbolístico. Ése no es otro que Doménech, un interior o segundo punta que desequilibra a través del juego en equipo. Quiero decir con esto que utiliza su capacidad técnica y mental integrada en el equipo, en pro de un mejor funcionamiento del conjunto. Con un sobresaliente juego entre líneas, aparece en cualquier zona del centro del campo, y cuando lo hace, el rival puede empezar a temblar. Zurdo muy móvil de excelente visión de juego y precisión en el golpeo; es capaz de meter un pase de gol o sacarse un imparable disparo en cualquier instante y circunstancia. También gusta mucho de hacer combinaciones con compañeros. Otro de los que en primera instancia no llama especialmente, pero amigo, como le dejen libre muy posiblemente la líe. Se mueve de maravilla, baja a recibir, hace desmarques de ruptura, la toca y se va,… ¡no para quiero! Y es muy técnico.
ALBERTO GARCÍA (7, Real Madrid)
Destacó sobre el resto de sus compañeros, que para ser honesto, no jugaron muy bien los partidos de este primer día. Punta de mucha movilidad y extraordinariamente técnico, cuenta con infinidad de recursos que no duda (y osa) en utilizar en cuanto tiene oportunidad. Gran movilidad y rápido: cae a bandas, se desmarca, baja a recibir, toca de primeras o mantiene la pelota de espaldas. Especialmente relevante me parece su juego al primer toque, capaz de desestabilizar cualquier defensa (al pillarla a contrapié), por su precisión y por su intención. También son destacadas su capacidad de regate y su uno contra uno, tiene facilidad especial para romper al defensor adversario (recortes sucesivos que dejan las cinturas por los suelos). Ratonero y pillo, su visión de juego también resulta notoria.
YAGO DE SANTIAGO (10, Areosa)
Quizá la mayor (y mejor) sorpresa del torneo, por encontrarse en las filas de un equipo humilde. A pesar de ser un año menor que la mayoría de sus compañeros y rivales (nació en 1993) y de tener un cuerpo liviano, es capaz de sobresalir y de erigirse en el jugador clave de su equipo. No es para menos, porque su técnica individual es sobresaliente. A lo que hay que sumar una excelente actitud y una lucha y trabajo que son un potosí para sus compañeros (el mejor es el primero que da ejemplo). Capaz de inventar cualquier genialidad, se mueve por todo el campo y sabe cómo entrar en contacto con la bola, una vez la tiene en sus piernas puede intentar la combinación, el pase en profundidad, una apertura a banda, el regate, el disparo,… en definitiva, resulta harto complicado de defender. Son impresionantes su control de la pelota y cómo es capaz de golpearla con tal precisión que parece que lanzara con mano en lugar de pie. A pesar de su inferioridad física es muy listo a la hora de usar su cuerpo, y como he comentado antes, muy peleón y sacrificado.
JAVI LLABRÉS & ALEJANDRO BARROSO (5 & 9, Mallorca)
NOTA: Entre paréntesis el dorsal que portan en el torneo, y el club en el que juegan)
Hoeman, Vilagarcía de Arousa, 13 de Junio de 2014
FÁBIO SILVA (9, Oporto)
Maquinón. Pese a que en estas edades cualquier circunstancia puede descarriar a un jugador que apunta a lo más alto, muy mal le tendría que ir a Fábio para no llegar a ser un jugador profesional de primer nivel (y con este me refiero a como mínimo, Primera División portuguesa). El chaval lo tiene todo, es el delantero soñado. Muy móvil e inteligente; cae a bandas, se desmarca, baja a recibir, ofrece apoyos, juega al primer toque, combina, su regate es notable, dispara desde cualquier posición con cualquiera de las piernas. Muy coordinado y preciso tanto en sus movimientos como en el golpeo del esférico, es capaz de desequilibrar tanto desde el juego colectivo como desde el individual, por lo que resulta muy complicado de frenar (por no indicar casi imposible). Si a ello le sumamos que parece disponer de una muy buena capacidad aeróbica (de la anaeróbica no se debiera dudar, su cambio de ritmo es brutal) y que no le quema la pelota, si no que se ofrece y asume las responsabilidades, nos encontramos un punta imparable.
MARTÍ RIERA (14, Barcelona)
A éste se le podría calificar de “crack silencioso”; me explico: en principio no es de los que más llama la atención, pero detallito por aquí, detallito por allá, uno que se encandila de su juego y decide hacerle un seguimiento más intenso, y se da cuenta que el tío casi nunca se equivoca, que tiene tendencia a escoger en todo momento la opción más adecuada para su equipo. Interior extremadamente técnico, se mueve por toda las zonas del campo, con libertad y un criterio asombroso. El criterio lo demuestra tanto en sus movimientos sin balón como en sus decisiones con éste. Excelso en el juego al primer toque, extremadamente preciso en el golpeo; baja a ayudar en la creación o se incorpora al remate a zonas de área o próximas según lo estime más oportuno. Pese a ser pequeñito, y por añadidura, no disponer de un cuerpo destacado, sabe utilizarlo a la perfección. Martí no corre sobre el césped, más bien levita. Raro verle perder una pelota, además tiene el campo en su cabeza (dentro), lo visiona entero en su mente, por lo que es capaz de sacarse en cualquier momento un pase de los que dejan boquiabiertos a los aficionados. Resumiendo: clase y calidad.
ÓSCAR DOMÉNECH (7, Valencia)
Sólo disputó un encuentro el Valencia en este primer día de torneo, y sin embargo, hay especialmente un jugador de sus filas, que se ganó mi aprecio futbolístico. Ése no es otro que Doménech, un interior o segundo punta que desequilibra a través del juego en equipo. Quiero decir con esto que utiliza su capacidad técnica y mental integrada en el equipo, en pro de un mejor funcionamiento del conjunto. Con un sobresaliente juego entre líneas, aparece en cualquier zona del centro del campo, y cuando lo hace, el rival puede empezar a temblar. Zurdo muy móvil de excelente visión de juego y precisión en el golpeo; es capaz de meter un pase de gol o sacarse un imparable disparo en cualquier instante y circunstancia. También gusta mucho de hacer combinaciones con compañeros. Otro de los que en primera instancia no llama especialmente, pero amigo, como le dejen libre muy posiblemente la líe. Se mueve de maravilla, baja a recibir, hace desmarques de ruptura, la toca y se va,… ¡no para quiero! Y es muy técnico.
ALBERTO GARCÍA (7, Real Madrid)
Destacó sobre el resto de sus compañeros, que para ser honesto, no jugaron muy bien los partidos de este primer día. Punta de mucha movilidad y extraordinariamente técnico, cuenta con infinidad de recursos que no duda (y osa) en utilizar en cuanto tiene oportunidad. Gran movilidad y rápido: cae a bandas, se desmarca, baja a recibir, toca de primeras o mantiene la pelota de espaldas. Especialmente relevante me parece su juego al primer toque, capaz de desestabilizar cualquier defensa (al pillarla a contrapié), por su precisión y por su intención. También son destacadas su capacidad de regate y su uno contra uno, tiene facilidad especial para romper al defensor adversario (recortes sucesivos que dejan las cinturas por los suelos). Ratonero y pillo, su visión de juego también resulta notoria.
YAGO DE SANTIAGO (10, Areosa)
Quizá la mayor (y mejor) sorpresa del torneo, por encontrarse en las filas de un equipo humilde. A pesar de ser un año menor que la mayoría de sus compañeros y rivales (nació en 1993) y de tener un cuerpo liviano, es capaz de sobresalir y de erigirse en el jugador clave de su equipo. No es para menos, porque su técnica individual es sobresaliente. A lo que hay que sumar una excelente actitud y una lucha y trabajo que son un potosí para sus compañeros (el mejor es el primero que da ejemplo). Capaz de inventar cualquier genialidad, se mueve por todo el campo y sabe cómo entrar en contacto con la bola, una vez la tiene en sus piernas puede intentar la combinación, el pase en profundidad, una apertura a banda, el regate, el disparo,… en definitiva, resulta harto complicado de defender. Son impresionantes su control de la pelota y cómo es capaz de golpearla con tal precisión que parece que lanzara con mano en lugar de pie. A pesar de su inferioridad física es muy listo a la hora de usar su cuerpo, y como he comentado antes, muy peleón y sacrificado.
MIKEL
LÓPEZ & KEPA URIARTE (8 & 10, Athletic)
El Athletic es uno de los equipos que mejor impresión me causó en esta primera jornada, y por ende, se convierte en uno de mis favoritos para hacerse con el torneo. Un conjunto muy compensado y con muchos jugadores de nivel entre los que personalmente destacaría a estos dos, que poseen algunos atributos comunes. Mikel suele jugar más como carrilero izquierdo, mientras que Kepa lo hace de interior/mediocentro. Ambos zurdos (creo; en todo Kepa caso ambidextro), altos, de exquisita técnica individual y muy elegantes; parecen llevar la pelota cosida a la bota en sus conducciones y siempre corren (y juegan) con la cabeza arriba. En realidad no corren, sino más bien galopan como panteras. Soberbios en el golpeo y en conducción, muy resistentes aeróbicamente, aseguran un ida y vuelta constante. Me dio la impresión de que la sangre fría y la pausa es otra de sus cualidades (aunque a veces pueden costarle caro, como alguna pérdida en zonas dónde no debieran producirse). Un lujo para la vista.
El Athletic es uno de los equipos que mejor impresión me causó en esta primera jornada, y por ende, se convierte en uno de mis favoritos para hacerse con el torneo. Un conjunto muy compensado y con muchos jugadores de nivel entre los que personalmente destacaría a estos dos, que poseen algunos atributos comunes. Mikel suele jugar más como carrilero izquierdo, mientras que Kepa lo hace de interior/mediocentro. Ambos zurdos (creo; en todo Kepa caso ambidextro), altos, de exquisita técnica individual y muy elegantes; parecen llevar la pelota cosida a la bota en sus conducciones y siempre corren (y juegan) con la cabeza arriba. En realidad no corren, sino más bien galopan como panteras. Soberbios en el golpeo y en conducción, muy resistentes aeróbicamente, aseguran un ida y vuelta constante. Me dio la impresión de que la sangre fría y la pausa es otra de sus cualidades (aunque a veces pueden costarle caro, como alguna pérdida en zonas dónde no debieran producirse). Un lujo para la vista.
JAVI LLABRÉS & ALEJANDRO BARROSO (5 & 9, Mallorca)
Los Zipi y Zape del equipo bermellón, puntas
complementarios que hacen las delicias de sus aficionados. Javi es eléctrico,
bajito, habilidoso, muy técnico y rápido, con notable visión de juego y
precisión en el golpeo, llegador. Lo que más impresiona, aparte de sus cualidades
técnicas, es su cambio de ritmo y oportunismo. Puede jugar también de interior
o mediapunta. Además presiona muy bien y juega de maravilla al primer toque. Alejandro
es más delantero puro (o al menos tiene cuerpo de ello) aunque muy móvil y al
que le gusta de arrancar desde atrás y caer a banda (especialmente a la
derecha). Lo más llamativo de sus formas es su extrema potencia, por lo que sus
autopases en largo resultan temibles (me recordó en este aspecto al joven
Jérémy Menez). Con gran cuerpo y un físico desarrollado, es un chaval muy
explosivo que además cuenta con una notable técnica individual. Su disparo,
desde prácticamente cualquier zona del terreno de juego, es digno de temerse.
Su cambio de ritmo impresiona (por la portentosa fuerza y zancada), también sobresale
por su regate en corto.
ROQUE
GONZÁLEZ (6, Deportivo La Coruña)
El baluarte defensivo del Depor, es un lujo verle actuar sobre el terreno de juego. Sobresaliente en la toma de decisiones, sus conceptos y su forma de jugar son dignos de un veterano. Criterio, tranquilidad, liderazgo, colocación, capacidad de anticipación, correoso en la marca, etc. Es muy complicado de superar en jugada individual (en el duelo con Fábio Silva saltaron chispas, una auténtica gozada), y si lo hacen, lo suficientemente inteligente para si su equipo parece quedar en clara desventaja cometer una falta táctica. Además, asume galones y responsabilidades en ataque: no es extraño verle sacar la pelota desde atrás e incluso incorporarse a zonas más ofensivas por conducción o llegando al espacio. Muy muy raro verle perder un balón peligroso, pese a su técnica con pelota no se complica si atisba peligro. Ya quisieran muchos profesionales tener los conceptos del fútbol elemental tan claros como él.
El baluarte defensivo del Depor, es un lujo verle actuar sobre el terreno de juego. Sobresaliente en la toma de decisiones, sus conceptos y su forma de jugar son dignos de un veterano. Criterio, tranquilidad, liderazgo, colocación, capacidad de anticipación, correoso en la marca, etc. Es muy complicado de superar en jugada individual (en el duelo con Fábio Silva saltaron chispas, una auténtica gozada), y si lo hacen, lo suficientemente inteligente para si su equipo parece quedar en clara desventaja cometer una falta táctica. Además, asume galones y responsabilidades en ataque: no es extraño verle sacar la pelota desde atrás e incluso incorporarse a zonas más ofensivas por conducción o llegando al espacio. Muy muy raro verle perder un balón peligroso, pese a su técnica con pelota no se complica si atisba peligro. Ya quisieran muchos profesionales tener los conceptos del fútbol elemental tan claros como él.
NOTA: Entre paréntesis el dorsal que portan en el torneo, y el club en el que juegan)
Hoeman, Vilagarcía de Arousa, 13 de Junio de 2014
jueves, 12 de junio de 2014
Dietario de la experiencia Arousa Fútbol 7. Día 0.
Gracias a la
invitación de Jorge Diz vuelvo a participar in
situ, si así puede decirse, en la experiencia que supone Arousa Fútbol 7 .
A veces uno no sabe bien por qué, pero existe gente que confía en alguien
instintivamente. Mi tren sale de
Valencia a las 10 am, pero uno que no se fía de sí mismo, decide madrugar en
previsión de alguna equivocación por despiste o por cualquier circunstancia que
escapa a mi control (en Valencia hay dos estaciones de trenes, y pese a que lo
miré, tenía terror a equivocarme). Una buena ducha caliente para despejarse y
sacarse la roña de encima, preparativos de última hora, etc., etc. y llego 40
minutos antes. No puedo evitar entrar al Fnac express que hay en la estación
para ojear los libros, y caigo en la tentación de comprarme la autobiografía de
Pete Townshend, miembro del grupo The Who, del que no soy especialmente
seguidor ni conocedor (aunque en general, me molan sus canciones). 24 leuracos. No soy especialmente cotilla,
pero sí me interesa eso del sexo, drogas y rocanrol de primera mano y
procedente de un miembro élite de la época. Además, me chifla la literatura. Y
por las críticas de la contraportada, parece que me lo pasaré en grande (aunque
casi nunca hay que fiarse de estos
eslóganes). Ya en el tren me dedico a leer Alta fidelidad, de Hornby,
muy cómodo, ya que el tren que se dirige a Madrid va medio vacío. La verdad es
que el libro no es nada del otro mundo en cuanto a prosa pero mola porque habla
de-tú-a-tú; es claro y directo, no engaña, el personajes es un perdedor de treintaypico tacos, algo con lo que
muchos nos podemos identificar. En cambio, vive una vida en cierta medida
acorde a su forma de pensar. Le gustaría ser más guapo, más atractivo, más
inteligente, mejor seductor, mejor follador, etc., etc. (¿y a quién no?). Tono
desenfadado y uso del humor. Especial papel para el ¿amor?; pero no un amor de anuncio, idealizado en el
más positivo de los términos, sino corriente y moliente. Llego a Madrid y me desplazo a la estación de
Chamartín, de ahí me toca un largo trayecto hasta Santiago. Como queda bastante
tiempo para coger el tren, me doy un voltio por los alrededores de Chamartín,
la verdad es que no he pisado mucho Madrid, y he de decir que no me molan nada
las gigantescas avenidas que encuentro y los edificios faraónicos que veo. Me
paro a comer en un bar-restaurante con encanto, un bocata de lomo y una coke, mola porque los pajarillos de la
calle entran a comerse las sobras; de hecho uno se pone encima de la mesa a
menos de un metro de mí. Vuelvo a la estación y espero a que llegue mi tren.
Mientras tanto escribo esto en mi portátil rosa. A mi lado se sienta una chica
mona que parece algo desesperada (por la espera), mientras no para de mover en
sus manos una revista de esas que tanto gustan a las chicas (me fijo
disimuladamente, la Cuore).
Estoy en el
(laaaargo) trayecto hacia Santiago,
después de casi cuatro horas en esta lata de sardinas (aunque los
asientos son amplios) me ha dado tiempo a terminar el libro de Hornby, y darle
un buen mordisco al del guitarrista de los Who. Me ha gustado mucho el final de
Alta fidelidad, los dos últimos
capítulos son excepcionales en cuanto a condensación de un mensaje, que sí, se
puede interpretar como romántico y ñoño. ¿Pero acaso hay algo más entrañable
que que a un perdedor las cosas no le vayan mal del todo? El de Townshend de
momento cuenta las idas y venidas del grupo, desde el prisma del autor en
particular, en su ascensión al éxito. También cuenta los aspectos más
destacados de su infancia y adolescencia. Me tomo un respiro para escuchar un
poco de música. ¿Para cuándo música decente en las líneas de los trenes de
largo trayecto?
Me imagino a todo el tren agonizando. Y, sin embargo, nos comportamos civilizadamente, cada uno ocupando su rinconcito y sin levantar la voz. Esto no puede ser bueno. Es algo que sólo lo imagino en los pirados. El mundo está lleno de pirados y casi todos se dirigen a Galicia.
Por fin en el hotel, me tumbo un poco, pongo los cacharros a cargar, y veo el partido Brasil-Croacia. De momento sorpresa de los croatas, aunque aún queda mucho para terminar. Escribo esto. Mañana comienza el torneo.
Empate de Neymar.
Me imagino a todo el tren agonizando. Y, sin embargo, nos comportamos civilizadamente, cada uno ocupando su rinconcito y sin levantar la voz. Esto no puede ser bueno. Es algo que sólo lo imagino en los pirados. El mundo está lleno de pirados y casi todos se dirigen a Galicia.
Por fin en el hotel, me tumbo un poco, pongo los cacharros a cargar, y veo el partido Brasil-Croacia. De momento sorpresa de los croatas, aunque aún queda mucho para terminar. Escribo esto. Mañana comienza el torneo.
Empate de Neymar.
domingo, 1 de junio de 2014
La vida, ¡a veces sí!
Gracias a Jotdown estoy fascinado, en un estado cercano al trance, por el descubrimiento de un grupo que poco o nada tiene que envidiar a los indies actuales Love of Lesbian, Lori Meyers, Vetusta Morla o Los Punsetes, cuando menos en cuanto a sonido de alguna de sus (exiguas) canciones. Especialmente tienen dos canciones que me parecen soberbias: Viaje a Egipto y La Pesca. En particular Viaje. Es un sonido, que unido a una letra particular, contamina el espíritu y hace mover el trasero (y el cerebro) al ritmo de la melodía, adelantada a su tiempo, inmejorablemente acompañada de una dulce voz que encandila y ruboriza.
Tras la hipnosis experimentada por la canción escuchada, por sorpresa (¡¡y menuda sorpresa!!), resulta inevitable teclear en Google "Ataque de Caspa" (así es cómo se llama el grupo, nombre por cierto que rezuma dosis de ironía) y encontrarse con la curiosa historia, por decirlo de alguna manera, de la irrupción de este grupo de efímera vida hasta 2011 (clicar aquí para leerla). Uno, cansado de escuchar buenísimas canciones indies (o lo que sean) en la actualidad, se pregunta cómo cojones pudieron pasar desapercibidos en 1985, que es cuando grabaron la maqueta que ahora descubro. Y las pocas expliaciones que se me ocurren son: que fueron unos adelantados a su tiempo, quizá también les faltara perseverancia (he leído que a la cantante no le gustaba que los punks de aquellos tiempos le escupieran o la injerieran a bajarse las bragas en señal de agradecimiento en los directos), tampoco descarto que en aquellos tiempos pudiera haber un exceso de sonido joven y un irremediable cuello de botella. Lo que me lleva a pensar en los grupos musicales que me puedo estar perdiendo ya no solo yo -que no soy ningún experto ni especialmente fanático- sino los que se suponen que saben todo o casi todo: grupos desconocidos con probablemente algunos pelotazos (de los buenos) entre sus creaciones.
(Otro tema muy bueno es este Nigeria. No sólo la música, la melodía, la voz de la cantante; la forma de moverse y bailar de la misma es TOP, adelantada a su tiempo; ya quisieran muchas modernillas de hoy en día).
Uno no puede si no alegrarse de algunas carambolas que da la vida, y es que más de 25 años después, saborean cierto éxito y reconocimiento. Lo que otorga esperanza (ingenua) a toda esa generación de veinteañeros cercanos a la treintena (entre los que me incluyo), treintañeros y cuarentaañeros. ¡Puede no ser tarde! (al menos, para soñar) (¡¡¡Arriba el romanticismo!!!)
Tras la hipnosis experimentada por la canción escuchada, por sorpresa (¡¡y menuda sorpresa!!), resulta inevitable teclear en Google "Ataque de Caspa" (así es cómo se llama el grupo, nombre por cierto que rezuma dosis de ironía) y encontrarse con la curiosa historia, por decirlo de alguna manera, de la irrupción de este grupo de efímera vida hasta 2011 (clicar aquí para leerla). Uno, cansado de escuchar buenísimas canciones indies (o lo que sean) en la actualidad, se pregunta cómo cojones pudieron pasar desapercibidos en 1985, que es cuando grabaron la maqueta que ahora descubro. Y las pocas expliaciones que se me ocurren son: que fueron unos adelantados a su tiempo, quizá también les faltara perseverancia (he leído que a la cantante no le gustaba que los punks de aquellos tiempos le escupieran o la injerieran a bajarse las bragas en señal de agradecimiento en los directos), tampoco descarto que en aquellos tiempos pudiera haber un exceso de sonido joven y un irremediable cuello de botella. Lo que me lleva a pensar en los grupos musicales que me puedo estar perdiendo ya no solo yo -que no soy ningún experto ni especialmente fanático- sino los que se suponen que saben todo o casi todo: grupos desconocidos con probablemente algunos pelotazos (de los buenos) entre sus creaciones.
(Otro tema muy bueno es este Nigeria. No sólo la música, la melodía, la voz de la cantante; la forma de moverse y bailar de la misma es TOP, adelantada a su tiempo; ya quisieran muchas modernillas de hoy en día).
Uno no puede si no alegrarse de algunas carambolas que da la vida, y es que más de 25 años después, saborean cierto éxito y reconocimiento. Lo que otorga esperanza (ingenua) a toda esa generación de veinteañeros cercanos a la treintena (entre los que me incluyo), treintañeros y cuarentaañeros. ¡Puede no ser tarde! (al menos, para soñar) (¡¡¡Arriba el romanticismo!!!)
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