Gracias a Jotdown estoy fascinado, en un estado cercano al trance, por el descubrimiento de un grupo que poco o nada tiene que envidiar a los indies actuales Love of Lesbian, Lori Meyers, Vetusta Morla o Los Punsetes, cuando menos en cuanto a sonido de alguna de sus (exiguas) canciones. Especialmente tienen dos canciones que me parecen soberbias: Viaje a Egipto y La Pesca. En particular Viaje. Es un sonido, que unido a una letra particular, contamina el espíritu y hace mover el trasero (y el cerebro) al ritmo de la melodía, adelantada a su tiempo, inmejorablemente acompañada de una dulce voz que encandila y ruboriza.
Tras la hipnosis experimentada por la canción escuchada, por sorpresa (¡¡y menuda sorpresa!!), resulta inevitable teclear en Google "Ataque de Caspa" (así es cómo se llama el grupo, nombre por cierto que rezuma dosis de ironía) y encontrarse con la curiosa historia, por decirlo de alguna manera, de la irrupción de este grupo de efímera vida hasta 2011 (clicar aquí para leerla). Uno, cansado de escuchar buenísimas canciones indies (o lo que sean) en la actualidad, se pregunta cómo cojones pudieron pasar desapercibidos en 1985, que es cuando grabaron la maqueta que ahora descubro. Y las pocas expliaciones que se me ocurren son: que fueron unos adelantados a su tiempo, quizá también les faltara perseverancia (he leído que a la cantante no le gustaba que los punks de aquellos tiempos le escupieran o la injerieran a bajarse las bragas en señal de agradecimiento en los directos), tampoco descarto que en aquellos tiempos pudiera haber un exceso de sonido joven y un irremediable cuello de botella. Lo que me lleva a pensar en los grupos musicales que me puedo estar perdiendo ya no solo yo -que no soy ningún experto ni especialmente fanático- sino los que se suponen que saben todo o casi todo: grupos desconocidos con probablemente algunos pelotazos (de los buenos) entre sus creaciones.
(Otro tema muy bueno es este Nigeria. No sólo la música, la melodía, la voz de la cantante; la forma de moverse y bailar de la misma es TOP, adelantada a su tiempo; ya quisieran muchas modernillas de hoy en día).
Uno no puede si no alegrarse de algunas carambolas que da la vida, y es que más de 25 años después, saborean cierto éxito y reconocimiento. Lo que otorga esperanza (ingenua) a toda esa generación de veinteañeros cercanos a la treintena (entre los que me incluyo), treintañeros y cuarentaañeros. ¡Puede no ser tarde! (al menos, para soñar) (¡¡¡Arriba el romanticismo!!!)
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