Complicado partido el que le tocó disputar al Valencia en campo de la Real Sociedad. El equipo che consiguió rascar un punto. A pesar de verse superado -en juego, ocasiones de gol, presión- durante gran parte del mismo. Sorprendió Nuno con la entrada de Mustafi por Vezo y la de Carles Gil por Piatti. La Real Sociedad salió a morder con una presión asfixiante con muchos hombres. Adelantada. Intentando no dar tiempo a los centrales a pensar en sus desplazamientos en largo. Porque hay que tener en cuenta que el guión pensado por Nuno era muy similar al de otros partidos. Arropados posicionalmente a partir de la defensa. Sin intención de construir desde atrás. Más bien buscando el robo y posterior transición. O el balón en largo. Problemas. Los envíos en largo eran más imprecisos de lo habitual. En parte por lo presión de la Real. En parte por su colocación sobre el césped. (Enorme el trabajo de Markel Bergara, el Fuego de los vascos).Se puede decir que el Valencia recibió de su propia medicina. Era incapaz de hacer una presión adelantada efectiva. EL GOL. El golazo. Curiosamente llegó en una impecable jugada colectiva. Los jugadores tuvieron paciencia y tiempo para pensar. Además de precisión. La jugada ya venía de lejos. Salida de balón desde Fuego (y centrales). Le llega a Parejo como pilar de construcción. Se la da al espacio al lateral cercano, Barragán. Éste a Rodrigo. Mete un pase lejano desde banda. Alcácer la deja atrás de cabeza de primeras. Carles Gil remata. Balón a la red. Gol que llama a la esperanza. Aunque el Valencia en construcción con posesión desde defensa no esté funcionado. Da pistas de soluciones que busca Nuno. Fuego (o central) como iniciador. Parejo como capitán. Gomes como segundo espada. Laterales apoyos para la velocidad-creación más allá del centro del campo.
Un espejismo. La Real siguió con las ocasiones más claras. Obligando a lucirse a Diego Alves. Principalmente vía disparos desde más allá de la frontal del área. Espacio entre línea defensiva y centro del campo. ¿Punto débil? Parece claro que pese a cierta comodidad posicional -con ocasiones de gol y sensación de peligro de los realistas- fue una de las peores actuaciones defensivas en conjunto del equipo. Línea del centro del campo algo descoordinada. ¿Se va a presionar o se mantiene la línea en repliegue para dejar los menos espacios posibles? A medio camino, ninguna de las dos. En estas circunstancias y a posteriori es cuando mejor se aprecia la importancia defensiva de jugadores como Piatti o Feghouli. También creo que Vezo tiene una tendencia a contribuir a adelantar más la línea defensiva en comparación con Mustafi, que me transmitió la sensación de que se siente más arropado cerca del área propia. La Real empataría con gol de Canales con un centro-chut desde izquierda.
Nuno efectuó cambios para la segunda mitad. Fego y Filipe. Me gustó. Aunque con su decisión mató a Parejo colocándole en la mediapunta -para ese rol mucho mejor Gomes-. (Cambio de dibujo: 1-4-2-3-1). No fue hasta el minuto 20 que la Real bajó el pistón definitivamente. Era imposible aguantar ese ritmo. Ocasiones por ambos bandos. Falta de claridad. Como vengo notando, los rivales crean infinidad de peligro con los pases en largo a la espalda de los centrales. Dos cosas no incompatibles. Uno. Presión no efectiva. Dos. Línea defensiva demasiado atrasada o equipo demasiado largo. Hubo momentos en que incluso se partió en dos. Pocos. No visto hasta hora. También sufrieron los valencianos a balón parado. Con ayuda inestimable del árbitro, casero. Visto lo visto, Nuno se conformó.
Los positivo es que Gayà, pese a sufrir con Vela -pedazo de futbolista-, sigue demostrando que va para figura; además cuando salió Orban y jugó más adelantado como extremo, liberado de responsabilidades defensivas, se echó el equipo a la espalda derrochando fuerza, calidad, coraje y personalidad. A partir de su banda (y de sus botas) llegaron las ocasiones del Valencia para decantar la balanza del marcador. Lo positivo es que en un partido espeso dónde el Valencia fue superado en muchos instantes se consiguió rascar un punto. Lo positivo es que Alcácer sigue dando muestras de su calidad, callando bocas a los que veían en el un Juan Sánchez (sin desmerecer a Juanito, Paco es muchísmo más, como está demostrando), y a mi juicio, mejor que Negredo (aunque compatibles y con diferentes características-cualidades). Lo positivo es que el hombre-invisible, el corregidor, el apagafuegos, el káiser, volvió a hacer un partido magistral, al nivel que está habituando a los valencianistas; probablemente si fuera valenciano, de la cantera o se apellidase Albelda no pararía de recibir loas y felaciones mediáticas, pero como se llama Javi Fuego y es asturiano, pasa desapercibido. Lo positivo es que Diego Alves cuando es exigido ha respondido -más allá de los paradones, me quedó con la jugada en la que sale fuera del área para cortar un balón: éso es lo que necesita Nuno que haga el portero para construir un Valencia de fútbol-total-. Lo positivo es que pese a realizar una labor mucho más oscura que en la temporada pasada, Parejo está rayando a un nivel francamente alto, con sus típicos altibajos. Lo positivo es que aun en los malos momentos, este equipo ilusiona. Creo no equivocarme al afirmar que hay hambre y calidad.
A aprehender de estos partidos y seguir ampliando las variantes y los recursos para sobreponerse a equipos que en el futuro traten de calcar la estrategia empleada hoy por Arrasate al frente de la Real Sociedad.
Hoeman, Valencia a 28 de septiembre de 2014.
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