Partiré de este pensamiento: para mí no ha sido un partidazo en lo que a juego se refiere, más bien ha sido un partido donde ha prevalecido el otro fútbol, y desde ese punto de vista, cuyo dominio a la larga hace sumar muchos puntos, sí, podemos definirlo como partidazo. El duelo lo ganó Nuno desde mucho antes de disputarse, con la consigna a la afición a reventar Mestalla y animar a muerte al equipo y la motivación psicológica de los propios futbolistas, con artes como el uso de frases de grandes deportistas de la historia. Los tres goles en apenas 13 minutos, creo, son en gran parte consecuencia del dominio mental de la situación del entrenador che: si uno analiza uno por uno: el primero es una falta total de entendimiento-coordinación entre Miranda y Moyà en un balón en largo de Mustafi; el segundo procede de una excelente combinación de entendimiento y genialidad entre Gomes (que se mea en los adversarios que le salen a su paso) y Alcácer (esa devolución-pared al primer toque, no es la primera con Gomes) tras un saque en largo desde portería; el tercero es una ingeniosa jugada a balón parado donde tres jugadores del Valencia efectúan el "trenecito" para desconcertar al rival y que pierdan la marca (y vaya si lo consiguieron) que aprovecha el último componente y mejor cabeceador del equipo, Otamendi. Trece minutos de frenesí, pura adrenalina, euforia, voluptuosidad y locura. Orgásmico: ni el más optimista de los valencianistas pudo imaginar este inicio. Bueno, probablemente Nuno sí. Empujados por un público entregado, que al mismo tiempo intimidaba a los atléticos. ¿Fácil, no? Pues va a ser que no.
El riesgo inherente a este tipo de estrategias es también principalmente extrafutbolístico: una vez se pasa el efecto adrenalínico, el cuerpo queda amodorrado, en modo-plof. A mi entender, eso es lo que le sucedió al Valencia a partir del minuto 20, con una clara ventaja en el marcador. El Atlético forzó la máquina y apretó con intensidad, presión adelantada, balones en largo y jugadas a balón parado. Recortó distancias Mandzukic en un (mal) rechace de Alves a un disparo (mal defendido por Gomes) de Tiago, no estando ni Mustafi ni Barragán lo suficientemente hábiles ni atentos al mismo. Esa jugada resume el bajo nivel de intensidad y el adormilamiento que sufrió el conjunto che hasta finalizar la primera mitad. Pasividad que pudo pagarse más cara si Alves no hubiera detenido un penalty a Siqueira cuando expiraban los primeros 45 minutos.
La cara del equipo cambió en cuanto actitud en la segunda mitad, intentando dominar el otro fútbol, con apenas una ocasión clara en un desmarque made in Torrent de Alcácer a pase de Gayà, que el primero remató fuera. Tampoco el Atlético llegó con claridad -recibió de su propia medicina-, sus aproximaciones se basaban exclusivamente en jugadas a balón parado. A juicio de quien escribe, el colegiado Teixeira Vitienes empleó una vara de medir distinta a la hora de pitar y cobrar "faltitas" según a qué equipo favoreciera, también a la hora de sacar tarjetas amarillas. Digamos que la tendencia arbitral fue favorable al Atlético. Espeso partido, nada espectacular -a excepción del inicio-, que sirve a los valencianos para obtener tres puntos más y ganar en confianza y empaque; aunque servidor, sabedor del jugo que puede sacar Nuno al equipo, pide más: el Valencia de momento se limita a seguir haciendo lo que hace muy bien -gran parte explicado en este blog-, lo que probablemente le sirva para entrar en puestos Champions o cuando menos estar en la pelea hasta el final, pero creo que debe ampliar en recursos y variantes: especialmente mejorar productividad con posesión de balón y tener más continuidad en el juego, también mejorar en diversos aspectos defensivos. Soy consciente de que se enfrentó al vigente campeón de Liga y con el aplastamiento de moral inicial Nuno nos ha mostrado que es capaz de dominar otros aspectos del juego, que en rigurosidad no forman parte de tal.
Tras lo dicho, breves muy personales:
- Tremendo partido de Javi Fuego, el jugador clave del equipo con esta forma de jugar. Para mí el mejor.
- A pesar del serio partido de Mustafi y la sobriedad que se le entrevé, prefiero a Vezo por un mero motivo: me da la sensación que Vezo tira el equipo hacia adelante (no tiene miedo de defender alejado del propio área), mientras por el contrario Mustafi tiende a "acular" el equipo, inhibiendo en parte la subida de la línea defensiva y provocando que el equipo sea: a) más defensivo-menos eficiente ofensivamente, o b) más largo.
- No me está gustando Rodrigo tanto como a otros: creo que en general está siendo algo torpe escogiendo la opción más adecuada en cada momento, lento y a destiempo. Aunque por su calidad, es innegable que desequilibra.
- Otamendi creciendo como capo de la zaga y del equipo. A ver quién le tose. No duda en intimidar a través del otro fútbol. Al contrario que otros como Ricardo Costa o Joao Pereira, él sabe hacerlo.
- ¡Qué jodidamente bueno es Nuno leyendo los partidos, en cada rueda de prensa que da se aprende de fútbol!
- Relacionado: me pareció escuchar en unas declaraciones a Otamendi diciendo algo así como "según los jugadores de ataque y la forma de atacar que empleara el Atlético NUNO sabría cómo hay que defender la jugada". Si la escuché tal y como lo creo, ello conlleva muchas horas de trabajo previo de scouting y análisis del técnico valencianista y su equipo, así como una certera lectura táctica que ha de transmitirse a los futbolistas, y por qué no obviarlo, una enorme confianza en sus capacidades.
Hoeman, Valencia a 4 de octubre de 2014.
Gran Valencia aunque Atlético y Sevilla están por encima en cuanto a equipo.
ResponderEliminarestará interesante este año la lucha por puestos Champions... y ojalá algo más.
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